El Ascenso “Mágico” del Málaga: Un Guión Digno de Hollywood
En un mundo donde el fútbol es más que un deporte, es una telenovela con giros inesperados, nos encontramos con el último episodio de la saga: “El Ascenso del Málaga”. Y como en toda buena trama, necesitamos un villano, o mejor dicho, un árbitro con un silbato mágico, Eder Mallo Fernández.
Acto I: El Silbato Selectivo
Nuestro protagonista, el árbitro, en un despliegue de “imparcialidad”, decidió que las tarjetas amarillas eran exclusivas para el Nàstic. ¡Qué detalle tan considerado! Cinco amonestaciones y una expulsión, pero ninguna para el Málaga. Claro, porque el Málaga jugaba con tal pureza que ni una mota de polvo osaría manchar su indumentaria.
Acto II: Los Mossos, Faro de Imparcialidad
Los Mossos d’Esquadra, con su informe, se convierten en el faro de imparcialidad. Desmienten las amenazas “oídas” por el árbitro, demostrando que, en el campo de la justicia, la verdad juega limpio.
Acto III: Ascensos y Coincidencias
Primero, el Málaga, ese equipo que bailaba en el césped sin mancharse con faltas, recibe su pase mágico a la segunda división. ¿Méritos propios? Un detalle menor en esta narrativa de ascenso “legal”.
Y luego, como si fuera poco, el árbitro de nuestro cuento, Eder Mallo Fernández, también recibe su recompensa: un ascenso para arbitrar en la misma división donde su querido Málaga jugará. ¡Qué casualidad tan oportuna!
Epílogo: La Rosaleda, Escenario Mundialista
¿Acaso es apropiado que un equipo de Primera Federación sea el anfitrión en un estadio destinado a la Copa del Mundo? Por supuesto que no. La selección española, junto con otros países, jugará la Copa del Mundo 2030 y La Rosaleda en Málaga es una de las sedes elegidas. Pero, ¡oh sorpresa! El Málaga, que jugaba en la Primera Federación, ahora “casualmente” asciende a la Segunda División. Gracias a Eder Mallo Fernández, el estadio mundialista ya no tendrá que esconder a su equipo en la Primera Federación. Ahora sí, con el Málaga en una liga profesional, la publicidad para el mundial brilla con más fuerza.
Fuente: Marea Grana