Dani Vidal: «Lo que nos pasó nos hará más fuertes»

Diari de Tarragona

Dani Vidal (Tarragona, 1992) es el rostro de la ilusión y la confianza plena para el seguidor del Nàstic. El entrenador que mejor le ha representado en los últimos años. Una figura que se sienta en el banquillo grana con la pasión de un aficionado, pero con el conocimiento de un técnico de primer nivel. Con solo 32 años consiguió poner al Nàstic a un suspiro de Segunda División. Una noche del 22 de junio de 2024 que no se olvida. Él tampoco. Pero todo pasa y una nueva temporada llega. El tarraconense está listo para volver a armar un equipo competitivo, ganador y que de una vez por todas consiga aquello que le robaron.

Dani, si me permite, vayamos al pasado porque sin él parte de esta entrevista probablemente no se entendería. 22 de junio de 2024, final ante el Málaga, el árbitro señala el final. ¿Qué siente?

Bueno, fueron unas cuantas horas, prácticamente no sé si sentías nada porque estabas un poquito en estado de shock, pero sí que los días después fueron bastante duros, al final lo pasamos con nuestro círculo cercano. Ahí pues agradecer también el papel de mi mujer, que fueron días complicados de mi seres cercanos, pero la verdad que rápido me han enseñado en la vida que llorar no sirve de nada. Íbamos un mes tarde respecto a otros equipos y se tenía que decidir si se quería seguir, lo que se tenía que poner es uno a trabajar lo más rápido posible. Y recuerdo que prácticamente a los tres días del final del partido ya estábamos con las primeras llamadas hablando con jugadores para intentar convencerles. Había que intentar no perder más tiempo porque contra el ante nos pusimos a trabajar, mejor plantilla iba a haber y más posibilidades de intentar volverlo a conseguir este año.

¿Aquella noche pudo dormir?

No, no, esa noche yo creo que no durmió nadie. Yo creo que a la siguiente ya sí que pudimos dormir algo, pero solo como consecuencia de la cansancio que llevamos encima, pero aquella noche fue larga y a la vez intensa.

Debe ser duro no poder reprocharle nada a tu equipo porque todo lo que ha sucedido es más responsabilidad de un colegiado que de errores individuales. ¿No cree?

Sí, era un poco eso, pues aún tenía más sensación de impotencia. Al día siguiente lo hablé con varias personas de mi círculo cercano y les decía que era un partido donde el equipo estuvo muy serio. Los jugadores estuvieron a un nivel increíble, creo que todos jugamos nuestras cartas lo mejor que pudimos y como tú dices, cuando ves que prácticamente no tienes nada que reprocharte, que se te escape en el último segundo, aún te genera más impotencia.

Le hablo en mi caso, vi la Eurocopa con una sensación de vacío que nunca había experimentado. ¿Le ocurrió a usted lo mismo? Tengo amigos seguidores del Nàstic que ni siquiera querían ver fútbol tras aquella noche.

Yo hasta la final de la Eurocopa no vi nada y es más, en mi casa mi mujer no quiso ver nada de fútbol, lo tuve que ir a ver a casa de mis padres porque bueno fue duro y sí que necesitábamos un poquito resetear y nos sentimos más a gusto con unos cuantos días sin fútbol en la tele.

Llega el verano, pasa y la nueva temporada aparece. ¿En algún momento duda en seguir?

Sí que se sabe que incluso habiendo contrato de por medio si alguna de las partes no quiere seguir por lo más seguro que al final se acabara llegando un acuerdo, pero era imposible que por mi parte eso pasara porque nos quedamos muy cerca, vivimos muchas cosas chulas, no era el momento de bajarse del barco y la verdad que estoy convencido de que lo que nos pasó nos dará más fuerzas para esta temporada.

¿Está contento con los fichajes?

Sí, está siendo un mercado de fichaje diferente, donde estoy seguro que aún nos queda alguna pieza que mover. Está siendo exigente porque el nivel de la categoría así lo dice y hay equipos con muchísimo presupuesto que aprietan bien, equipos que pagan muchísimo. Nosotros lo que hemos dicho es que tenemos que ser muy cuidadosos con los movimientos que hacemos dentro del presupuesto que tenemos. Estamos súper agradecidos a ellos por el esfuerzo que hace el club, ya sabemos que esta categoría es muy deficitaria, creo que está quedando una buena plantilla y aún la mejoraremos en los últimos días.

¿Está siendo más fácil convencer al jugador gracias al temporadón del año pasado?

Sí, la verdad que el año pasado nos costó bastante más firmar o convencer a los porque venías de un año que no fue bueno. Este año había muchísimos ofrecimientos por parte de jugadores, jugadores que están dispuestos incluso a venir con contratos más bajos que los que podrían tener en otros equipos porque tienen esa capacidad, como creo que muchas personas hacemos, de intentar mirar a un medio largo plazo, de saber que lo económico muchas veces no es lo más importante y que pueden venir aquí, volver a sentir bien, dar su mejor versión y a la larga también sacar provecho de eso.

Uno de estos casos es el de Antoñín Cortés. Una de las sensaciones de la pretemporada y al que cuentan que convenció diciéndole que iba a jugar de delantero, nada de en la banda como en el Lugo. ¿Es eso cierto?

Al final encontrar gente que meta goles siempre cuesta y con el perfil un poquito que buscábamos arriba necesitábamos un punta que nos diera esa profundidad que nos dio Godoy la temporada pasada y sabíamos que Antoñín, independientemente que la temporada, se siente más a gusto ahí. Al final los entrenadores muchas veces nos tenemos que buscar esas artimañas para convencer a los jugadores y sabíamos que si le entrábamos por ahí le iba a gustar, la verdad que el chico es súper convencido desde el primer momento y puso todas las facilidades eso para llegar a un acuerdo.

Hay mucho debate alrededor de los centrales. ¿Entiende el nerviosismo del aficionado?

Bueno, como aficionado sí, como entrenador no. Si la temporada pasada hubieras tenido dos delanteros que hubieran marcado más de 30 goles, el nerviosismo estaría por los delanteros. Como nos costó más meter goles, ahora parece que los que vienen de la parte ofensiva lo tienen más fácil. Eso es lo que está pasando un poquito con lo de atrás. Yo entiendo que a la gente le gusta esa fiabilidad defensiva que teníamos, que quieren intentar volverlo a tener, pero lo que no es justo es hacer una comparación de cómo acabó la pareja de centrales la temporada pasada con la que ahora empieza.

Dani, siete partidos de pretemporada y ya se ve un equipo reconocible. ¿Dónde está el secreto?

Son múltiples factores. Creo que es importante que los jugadores que tienes se adecuen a la idea del juego que tiene el entrenador y eso es mano de Javi, con la ayuda también de Parés. Esta temporada, aún tanto Javi como Sergi conocen más el perfil de jugadores que quiero y es evidente que este año nos está ayudando. Hay un grueso importante de jugadores que eran de la temporada pasada, pues a intentar aquellas cosas que hacíamos bien, que seguirá haciéndolas y se van a poder ser mejorarlas y sobre todo aquellas que nos faltaban un poquito, pues intentar dar un paso más.

Siempre ha defendido que los mejores equipos son los que más cosas saben hacer.

Sí, ya los que lleváis tiempo un poquito viéndome entrenar ya sabéis que para mí lo más importante es competir, y para ello te tienes que adaptar a todos los tipos de contextos porque no todos los partidos, ni los campos, ni los rivales son iguales. Yo no me escondo, si en dos pases podemos generar una situación de gol, no hay que dar ni tres, ni cuatro. Qué pasa, que hay a veces que no puedes atacar con dos pases, te toca sumar más, pero siempre sin perder esa intención de verticalidad que es con la que me gusta, que sea un equipo también presionante. Lo que decimos siempre, a veces tampoco puedes presionar siempre si el rival es directo, pero bueno, te tienes que adaptar y ser versátil en ese tipo de situaciones.

¿Cree que en el fútbol de hoy en día está sobrevalorado el fútbol asociativo?

Bueno, yo supongo que si a todos nos gustara lo mismo también sería aburrido. Hay gente a la que le gusta sumar más pases o sobar más el balón y hay gente que le gusta ser más vertical. Creo que eso es lo bonito del fútbol, que cada uno con sus armas intenta hacer daño a los otros. Pero para mí lo más importante es eso, que todo el equipo tenga una misma intención a la hora de jugar, porque lo que tú dices ahí se ve un poquito la identidad y es lo que está en las manos del entrenador.

Ahora llega el Ourense y a estas horas todavía no sabemos si será o no a puerta cerrada. ¿Qué le parecería tener que jugar cuatro partidos sin público?

El fútbol está hecho sobre todo para el espectador y el hecho de que se prohiba que nuestra afición venga al fútbol o la afición visitante creo que deberíamos ser muy cuidadosos con ello. Es cierto que mi opinión seguramente no valdrá de nada, pero sí que creo que un poquito que la decisión fue desorbitada, desproporcionada porque al final no pasó nada. Hubo tristeza, mucho nerviosismo, pero al final perdimos un ascenso a falta de 15 segundos con todo lo que eso conlleva para el club. Creo que nos tenemos que poner en la piel de todos. Ojalá se haga justicia y que nos hagan un poco de caso.

¿Es de los que piensa que comenzar bien una temporada ayuda y mucho a estar en los objetivos marcados?

Sí, por supuesto, pero si gano la jornada uno, me van a pedir que gane dos. Y sí, empato también. Es importante, sobre todo para romper el hielo de tener la primera victoria, pero en el caso de que no se consiga, tampoco se tiene que volver uno loco, porque esto es fútbol y puede pasar de todo, pero está claro que ojalá ya sea con gente o no podamos regalar la primera victoria a nuestra gente.

Dani, la última, sé que te gusta ir partido a partido y no hablar de largas metas, pero ves a esta plantilla con capacidad de mejorar los resultados de la del año pasado.

Yo sí. Creo que hay mimbres suficientes para dar guerra, sabiendo que cada año es distinto, que la liga cambia y que tienes rivales que se refuerzan y que son rivales diferentes. Yo creo que se está forjando un equipo competitivo y que la gente lo va a disfrutar. Le pido a la afición que tenga esa confianza y ese empuje que nos dieron durante la temporada pasada.

Fuente: Diari de Tarragona